Mírala, ¿Que ves? Le pregunta a su subconsciente, y no
sabe que responder.
Es puramente fragilidad, necesidad, cariño, nobleza... es
una mujer. Una criatura en el mundo, una flor en la selva. Hay quien no saben
tratarla, quien no saben regar esa perfecta flor para mantenerla viva y bella. La
voz en su interior hablaba, mientras sus ojos la miraban a través del
espejo, impecablemente suya. Trátala como te tratarías a ti
mismo, no le hagas demasiado daño del que ella te dejaría hacerle,
dale amor, ternura. Proseguía esa voz imponente, seria, ruda y dura Por
que ella un día se puede ir, puede cruzar la puerta y
decirte adiós quizás unos días quizás unas
semanas, unos meses, o quizás para toda la vida. No arriesgues lo que
tienes a una sola carta. Y ahí se da cuenta de que la quiere, de
que la necesita más que ella a él, que es su timón en esa corriente,
y que juntos soportarían tormentas.
~
No estoy hecha de hierro fundido, no estoy hecha para
machacarme a palos.
Soy de carne y hueso, y los golpes me duelen. Golpes
emocionales, sentimentales quizás podría decir.
Un día más me sorprendo a mí misma, mirando por
esa ventana de cortinas vaporosas, y dándome cuenta de que la de
mente infiel soy yo, y no el.
Que le tengo delante y no lo quiero ver.
Si solo algunos pocos se dignaran a pensar en ello... Quizás no tendríamos material para escribir, ni nada que fantasear.
ResponderEliminarLas mujeres estamos hechas de sentimiento. Son ellos los que parecen muñecos de barro mal hechos.
En otras palabras, molamos jaja
Un besito. Tqq!
Exquisito tu blog Madame. Hace muchisimo tiempo que no pasaba ppr aqui y te leia veia estos cambios en el blog, pues me han encantado como siempre.
ResponderEliminarPues, somos la fragilidad del sexo opuesto, somos del nombre deidad. Supongo que este mundo aun es bello porque existimo en el.
Pero que humildad la nuestra jaja pero hay que ser sinceras
Besos Madame y es un placer pasar por aqui de nuevo
Mil gracias BlueRo.
EliminarSi, creo que por algo seguimos al borde del cañón jaja
Besos a ti también!