domingo, 1 de mayo de 2011

One.


Llevo encerrada varios años. Años entre cuatro paredes sin ventanas, sin libertad. Privada de una vida y un aire que ahora estaba viciado. Junto con seis personas mas convivía, si a lo que hacíamos se podía llamar así. No me llevaba bien con nadie, por no decir, que nadie se llevaba con nadie. Estas condiciones no te hacían estar de buen humor que se diga. Nos sacaban cada varias horas a caminar para que nuestra sangre circulara, y nos alimentaban como si fuéramos animales de grajas. Nos tiraban la comida al suelo y muchas veces  un par de personas no comían, o se peleaban por ella. Vernos era patético.

Era de noche, y fuera tenia que llover, las paredes estaban frías. Sentada en mi rincón observaba como volvían a traer la asquerosa comida, aunque escasa. Vi como aquel miraba por la rendija de la puerta observando como dos se peleaban. Aquello le divertía, daban asco.
Me dolía el brazo derecho a causa de la extracción de sangre de hacia unas horas. Aquello no acababa nunca. Te sacaban sangre y cuando el cuerpo había finalizado de volver a llenar el cuerpo, volvían a casi vaciarte.

Nunca sabia con exactitud hacia donde iba esa sangre, aunque me había limitado a pensar que aquello era un banco de sangre y poco mas. Solían morir varias personas por semana, ya que el cuerpo no aguantaba aquel ritmo, algunos morían de eso, o por la edad. Sabia de gente, mas bien me había llegado rumores, de personas que llevaban mas de media vida encerrados.
Me dormí cansada y hambrienta, mientras que mi mente se mantenía en blanco entre tanto ruido.

Al despertarme, vi que volvía a ser el momento de sacarnos el liquido maldito. Se nos llevaba de dos en dos dejando a un guardia en la puerta. Al cabo de casi una hora volvieron, uno en pie, y otro pálido y traído en brazos para luego acabar tirado en el suelo inconsciente. Cuando me toco salir, note que había bastante movimiento, había quienes llevaban batas blancas e iban de un lado a otro. Otros que empujaban de carretillas con cajas con un FRAGIL en un lado, luego, tras un ventanal trasparente, habían con trajes enteros manipulando cosas que no llegaba a ver.
Iba sumamente distraída cuando me di un fuerte golpe, al segundo caí al suelo despedida. Enseguida vino el guardia  cogiendome del hombro con fuerza.

-Perdona.-Hable enseguida evitando una buena paliza.

-No, el que pide disculpas soy yo-La voz no me pareció ni familiar ni amigable, aunque si educado.

El guardia fue a levantarme, pero el individuo que me hablo le hizo soltarme y a cambio me tendió la mano.

Mire la mano desconfiada y me levante por mi propio pie.

-Son detestables-Comento alguien de bata blanca mientras me dirigía una rápida mirada.

-Gracias-Dije sacudiéndome el trasero.

Antes de mirar al frente el guardia ya me golpeaba para que caminara. Como cada día, me dirigí a la sala de la camilla para que me sacaran sangre y volverme débil e idiota como siempre.
A medida que la tercera bolsita se llenaba, me costaba mas y mas mantenerme despierta.  Se estaban pasando, no podían mas de dos, e iban finalizando con la tercera. Cuando cedí a mi cansancio no sabia si algo había cambiado en el día de hoy.




























Esto es superior a mi... Aquí va un nuevo intento.                                                                        Madame.B

2 comentarios:

  1. Vaya, cuánto misterio. Voy a intentar engancharme, que siempre les pierdo el ritmo a todas las historias ^^

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  2. Vivo en un mundo de caos donde la persona que mas quiero se desvanece ante mi mirada comprendo y digo que es mas aceptable morir que llegar a ser .

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Creyeron que podían usarme y tirarme. Intentaron hacerme pequeña. Sufrí muchas humillaciones, pero ahora estoy por encima de todo. Sí, el precio que pagué fue toda mi mida, pero al fin hallé una salida. Y si de lo malo puede salir algo bueno, el pasado descansa en paz. "Marilyn monroe"