Era muy fácil hablar, pero era aun mas difícil actuar. No sabia como, pero me había convencido de que tenia que estar allí quieta sin moverme. Pero habían pasado varias horas y empezaba a tener mucho frío. Tenia tiempo para pensar, y con la cabeza fría, no sabia si tendría todas las ideas claras o congeladas.
Por otro lado, me dio que pensar, ¿Para que narices me quería sacar? ¿Lo habría dicho por que si? ¿Y por que me había cogido de la mano? Vale, vale... tenia que dejar de pensar. No podía estarme quieta, me dolían los dedos de los pies y de las manos del frío, me levante de la camilla y a ciegas intente caminar. Cosa que falle, me lleve un buen golpe en el dedo pequeño del pie que me hizo como mínimo gemir de dolor durante varios segundos. Una vez se me paso el dolor, medio coja, camine un poco mas y tropecé con algo metálico que al caer hizo mucho ruido. Demasiad, por que escuche como se acercaban pasos y me asuste. Corrí hasta la camilla, y me cubrí entera con la sabana azul, pareciendo un cuerpo inmóvil, intente no respirar cuando note que se acercaban, pero hubo algo que les hizo irse, escuche como una voz que gritaba “¡Alarma!” y desaparecieron con pasos rápidos.
Cuando estaba todo en silencio, me destape y intente mirar por encima de mi. Todo oscuro.
-¿Sigues por aquí?-La voz del chico me tranquilizo un poco, acto seguido encendió una linterna que llevaba en las manos.-¿Qué has hecho?
-He intentado cotillear y...
-Van a venir para inspeccionar, he dejado que varios se escaparan por el centro para que nos dieran tiempo de reacción. Así que no tardaran mucho.-Se acerco.
-¿Y por donde se supone que vamos a salir? la puerta principal estará vigilada...
-La puerta principal es para los clientes, el montacargas creo que será suficiente para pasar desapercibido.-Dejo sobre mis pies un saco.
-¿Y esto?-Lo mire.
-Métete dentro.
El colmo de los colmos, señores.
-¿Tu estas loco?-Lo mire intentando saber que se pasaba por su mente.- Lo dices enserio ¿no?
-¿Tu que crees?
Lo tuve que hacer, si, me metí en ese saco-Mas grande de lo que pensaba- y no se como narices lo hizo, pero lo cogió como un saco de patatas sin ninguna complicación.
Escuche el ruido de el montacargas al ponerse en movimiento, y pensando que habíamos llegado, me tranquilice.
-Hey-Una voz grave me hizo poner tensa- ¿Qué llevas hay dentro?
-¿Aquí?-Me zarandeo- Sabanas sucias de enfermería.
-¿De eso no se ocupa otra persona?-La voz parecía mas cerca.
-Me lo han pedido como favor. Además, soy tu superior, y se muy bien las reglas de este lugar. ¿Bajas?
-No, estaba haciendo guardia. –La voz pareció calmarse, y el montacargas volvió a moverse tras cerrarse las puertas con un ruido estridente.
-Tranquilízate, tus latidos son frenéticos y no pasaran desapercibidos...-Susurro.
¿Qué me calmara? ¿Ahora? ¡No podía!
Sus pasos se empezaron a escuchar arenosos, como si caminara por piedras o arena. Escuche algo distinto, algo nuevo. Cuando un Clack metálico me asusto. El movimiento me hizo marear levemente y note algo mullido bajo de mi. Aquel ruido se volvió a repetir y todo quedo en silencio unos segundos, hasta que volvió a pasar.
-Ahora no te muevas, pasaremos por un control.-Le escuche buscar algo.
No sabia que eran todo aquellos ruidos, pero cuando escuche un leve zumbido, deduje que estábamos en un coche. Haciendo caso evite moverme, no se cuando paso el control ya que no escuche ninguna voz y no había notado nada extraño en el ambiente. No calcule cuanto tiempo transcurrió, pero el movimiento del coche me hizo quedar en estado de relax, tras varios minutos, me quede dormida dentro del saco.
Madame.B
Nada, estás dentro de un saco, pasando por un lugar de vampiros y tienes que estar tranquila, lo más normal del mundo... xDD Es como pedirle a un muerto de hambre que no coma, macho xD
ResponderEliminarPor lo menos ya ha salido de ese lugar, ahora habrá que ver que pasa estando fuera.
tQQ!