7 años de oscuridad.

Miraba sus ojos verdes esmeralda, se habían vuelto amenazadores, y  acusadores. Tiro aun mas de mi cabello y agarre su mano en un intento de que dejara de tirar de mi.

-Yo…-Dije antes de que Ryan abriera la boca.

-¿Cómo pretendes que este calmada si la encierra en un calabozo con sed?-Acuso rápidamente Víctor.

Él no dijo nada. Se limito a mirarme.

-Vamos, suéltala-Puso una mano sobre el hombro de Ryan- Ella no me ha atacado esta vez, estaba débil a causa del frenesí que sufrió en los anteriores ataques, y cuando mas tiempo pasa sin recibir sangre, mas posibilidades de que se vuelva loca habrá.

Note como la fuerza de Ryan disminuya con las palabras de Víctor.

-Llévatela a que se sacie-Acabo por soltar mi cabello- mas tarde hablaremos.

-Lo are mañana, falta poco para que amanezca.

Había quedado tendida en el suelo, apoyada sobre mis manos para tener un punto de apoyo para mi espalda. Víctor y yo seguíamos manteniendo la mirada clavada el uno en el otro sin dirigirnos la palabra. Cuando Víctor lo calmo y le hizo entrar un poco en razón se volvió a marchar.

Recordaba  haber atacado a Víctor, y eso me estremecía, pero… no sabia la razón. Bueno a estas alturas si, por sed de sangre, pero habían sido repentinos y demasiado buscos. Lo único que sabia era que en esos momentos no había sido yo, y una especie de bestia había invadido mi cuerpo y mente.

-Ten-Dijo Víctor rompiendo el hilo de mi pensamiento.

Me tendía un pañuelo blanco. No tarde en comprender a que se refería. Lo tome de sus manos y me limpie la boca.

-Quédatelo- Salio de la celda y me miro-Vamos.

-¿A dónde?

-¿Acaso quieres quedarte aquí?

-No-Me alce y salí quedando a su lado.

Me indico con la mano que fuera delante.

-Prefiero seguirte, o ir a tu lado.-Guarde el pañuelo entre mis manos recogiéndolas en mi regazo.

El no dijo palabra, empezó a caminar y a guiarme por la gran casa. Contemple retratos-Algunos mas antiguos que otros- Donde salían ellos dos. En algunos casos aparecía gente que no reconocía, y otras que estaban algo borrosas a causa del tiempo. Mientras caminábamos, oí una melodía envolvente, que me hizo prestar todas mis atenciones. Mire a Víctor quien no parecía atender a esa música, y decidí encontrar  de donde procedía. Me desvíe en un pasillo, y note como el sonido era mas fuerte. Al llegar a una puerta entre abierta me pare en seco, la abrí un poco mas para ver que había dentro, y escondiendo mi cuerpo tras el marco de la puerta, contemple a Ryan sentado en una silla tocando un Cello. La habitación estaba repleta de instrumentos, por lo que no destacaba entre ellos. Ryan tocaba de maravilla, La melodía fue subiendo y a hacerse mas fuerte y nerviosa. Juro que si mi corazón hubiera podido latir, se habría visto colmado de esa energía que desprendía.

Escuche mi nombre en un eco, y supe que Víctor me buscaba en ese momento. Corrí hacia el extremo del pasillo, y por poco mas choco contra él.

-¿Dónde te habías metido?

-Me había despistado un momento, lo siento-Dije en un intento por reanudar nuestro camino.

Víctor miro el pasillo y tuve miedo por que se diera cuenta de que había estado fisgoneando.  Empecé a caminar y él se puso a mi lado. Caminamos varios pasillos mas –Tengo que decir que aquello parecía un laberinto, entre puertas y pasillos- hasta llegar a los que parecía ser mi habitación.

Me enseño la habitación, y entendí que aquello era como una pequeña casa dentro de una habitación. Excepto por que no tenia cocina.

Víctor se acerco a cada una de las ventanas y arrastro unas pesadas cortinas de terciopelo rojas que no dejaban pasar ni siquiera a las motas de polvo.

- No abras las cortinas.

-Eso lo he entendido…- Mire a mi alrededor, y vi un ataúd y una cama- ¿Dónde se  supone que tengo que dormir?

-Mientras el sol no te toque, donde plazca.

Yo no hacia mas que mirar el ataúd con respeto, y pensé que yo había salido de uno, entonces preguntas asaltaron mi mente sin compasión. ¿Cuánto tiempo había pasado encerrada en uno? ¿Seguían vivos quienes yo amaba? ¿qué año era?

Antes de que Víctor se fuera, conseguí preguntarle una pregunta intentando mezclarlas todas a la vez. Su respuesta fue breve.

-Casi siete años-Dijo antes de cerrar la puerta y dejarme en la total y absoluta oscuridad.

Madame.B.