El hoy, el mañana, parecen tan lejanos
en el callejón de la espera, sí.
Tan seguro, en la cegadora luz del amor desencadenado,
en la tumba del ayer, sí.
La verdad tan dulce que puedo percibir
está enterrada dentro de un dulce caos,
disimulada por la incredulidad
El misterio permanece velado en un dulce caos.
Miedo a que todo siga sin cambiar
en este frágil sueño, sí.
Avergonzado de los destrozados restos
de las promesas realizadas, sí.
...Madame.
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