miércoles, 9 de junio de 2010

El dia final.



















Aguantaba el degrado que sufría mi mente, aguantaba las sucias manos de aquellos hombres cada vez que les servia las copas, pero no podría mantener mucho más la ira que sentía al ser la puta de todo ser viviente allí dentro.

Llevaba más de dos semanas siendo esclava de aquellas personas, y nadie se había dignado a venir para que me volvieran a jugar en modo de rescate, o una pelea. Aunque supongo que eso seria demasiado heroico en lo que estaba viviendo, y que todo se centraba en la putadas que todos nos hacíamos día a día.

Una de las noches en las pocas que podía estar tranquila en mi “celda”, uno de los matones que había por allí, entro, sin ton ni son,  y empezó a quitarse el traje.

-¿Qué haces?- mi voz se había vuelto dura y fría.

Dejé la ropa que llevaba en las manos sobre la cama

-Aras tu trabajo, aquí y ahora. – empezó a desabrochar el cinturón.


Genial. Estaba harta de la raza humana en el sector masculino, no los soportaba, ¿como podían pensar solo en el sexo?

Vi en el suelo la armilla donde llevaban casi todos su arma,  normalmente iba con silenciador, debido a que si pasaba alguna patrulla de aquel pueblo frente la nave, podrían escuchar el eco o directamente el sonido de un disparo. Les había ocurrido hace tiempo atrás, deduje, ya que en un sitio tan remoto era imposible que alguien escuchara tal cosa.

Me acerque a el hombre poco a poco, convenciéndome de lo que debía hacer para poder salir de allí. Pose mis manos en su pecho, y con un pie  arrastre su ropa tras de mi.
Cuando quede agachada tan solo me hizo falta palpar la ropa hasta poder coger el arma.
Trague saliva, el corazón me iba a mil por hora, y el pulso lo tenia realmente alterado.

No lo pensé mas, quite el seguro al arma y poniéndome en pie en un segundo, una bala atravesó desde la mandíbula hasta el cráneo a aquel hombre. Cayo fulminado al suelo, y todo fue silencio. Nadie se había percatado de aquello.

Busque ropa cómoda, la que me quedaba, la ropa que me daban era demasiado ajustada. Por suerte guardaba aun la ropa de cuando llegue. Unos tejanos y una camisa de tirantes gris simple. Me puse las botas que conservaba, y me recogí el pelo. Aquello era mi huida, y ojala no resultara herida en lo que planeaba.

Rápidamente busque algún cargador más en la ropa del muerto, y encontré dos. Con el arma en la mano y los cargadores guardados, salí, la puerta se la había dejado abierta el muy idiota. Pare en seco en espera de oír algo que me diera una señal, sabia que la entrada principal estaría vacía debido a que hoy le traían mercancía, concretamente cristal.

Corrí como pude, sin llegar a delatarme por el ruido de mis tacones. Al salir, el viento me azoto en la cara, alce una mano tapándome el sol a modo de visera, para poder ver algo. Una moto me incitaba a salir de allí a toda prisa, me acerque y vi que tenía el casco sobre el asiento, me lo puse poniendo la correa a mi medida. Sabia que no necesitaría una llave, me subí y le di un empujón al pedal. Arranco de golpe creando un gran estruendo en el lugar.

Me dirigía a la casa donde sabría que los encontraría, para mi sorpresa, el lugar estaba completamente en cenizas.


ACTUALIDAD.

Llevo siete años intentando olvidar aquel año insoportable, la muerte de un hombre, y mis ansias de venganza. Por suerte, comencé desde cero, conseguí ser otra persona.
Pero se que no lo voy a olvidar, que esos tres rostros que nunca mas he vuelto a ver quedaran en mi mente grabadas, y que la adrenalina que corría por mis venas al apretar el gatillo ahora me quemaría por dentro como pura droga.
He recorrido casi medio mundo, y he logrado deshacerme de un complot donde todo giraba alrededor de las armas y las drogas.
Aunque admito, que no me deshago de ese negocio, pues me acababa de comprometer con un traficante de armas y hoy, es mi boda.


1 comentario:

  1. Podrias haberlos matado a todos ¬¬ Yo keria sangre y venganzaaaaaaaaaa jajaja
    ESta muy bien xD

    tQQQQ

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Creyeron que podían usarme y tirarme. Intentaron hacerme pequeña. Sufrí muchas humillaciones, pero ahora estoy por encima de todo. Sí, el precio que pagué fue toda mi mida, pero al fin hallé una salida. Y si de lo malo puede salir algo bueno, el pasado descansa en paz. "Marilyn monroe"