Pasaban los días desde el momento en el que conseguí uno de sus besos o ni tan solo eso, fue un simple roce con los labios, pero para mi fue mas que suficiente.
Aquello fue lo último que le conseguí robar, ahora la noche me lo arrebataba tendiéndolo en las piernas de otra.
Si conseguía verle una hora por la mañana podía dar gracias a que el regresaba, pero hoy, hoy no había regresado. Una de sus americanas descansaba sobre el respaldo de el sillón de su despacho, había cientos de papeles y entre ellos una copa vacía.
Las lágrimas caían lentamente, mientras observaba la habitación. El sol entraba débilmente entre las cortinas haciendo la estancia más triste.
Estaba cansada de aquel juego que tenia el fin de destrozarme moralmente.
Mi móvil sonó haciendo temblar mi mano por la vibración, seque mis lágrimas y me aclare la garganta.
“¿Si?” fue lo que llegue a preguntar. Comunicaba, cada tono que daba el teléfono, hacia latir mas fuerte el corazón. Mire el número de móvil, sabia quien era, siempre había recibido este tipo de llamadas. El juego acababa de dar un vuelco completamente radical, mi cuerpo acababa de entrar en guerra.
Baje casi corriendo las escaleras, llegue a la puerta de la entrada y la abrí sabiendo lo que me encontraría.
De pie, con el móvil en la mano, lucia la chaqueta de cuero que tanto me agradaba. Alzo la mirada a mis ojos y seco la última lagrima que derramaría en la vida.
creo que me he quedado con ganas de más...
ResponderEliminarxDDDDDD
Esta wapo el texto, sobre todo lo ultimo jojo
tQQQQputifrí (L)(L)