viernes, 18 de marzo de 2011

Cap; 7.

Nunca se me habían pasado los días tan sumamente rápidos. El trabajo  se había intensificado bastante ya que el pacto de mi jefe con la empresa de Jared tiraba hacia adelante con gran rapidez. Una noche Jared me llevo a cenar, yo pensaba que algo informal, como era costumbre. Pero después de cenar en un restaurante un poco… “Pijo” me llevo a un rincón de la ciudad que yo desconocía por completo. Desde el primer beso, me había sentido como una cría de 15 años ante su primer beso inocente y tonto. Pero después de aquello, me tuve que hacer a la idea de que ya no era así, era adulta, y se me tenía que quitar la tontería.

Me había llevado a un bar clandestino de salsa. Entre un poco asustada, pero tras una copa algo cargada, Jared me arrastro literalmente a la pista de baile, justo al centro de la multitud. En mi vida había bailado de aquella manera, pero no me hizo falta saber nada, ya que Jared era como mi mente, quien me decía como bailar.

Por mi parte, aun no había dejado que ningún otro acercamiento más que el día de la salsa. Cosa que no me parecía necesario, aunque aquella noche tras salir, se me habían pasado ciertas cosas por mente que olvide rápidamente al despedirme de él en el coche frente a mi casa.
El jueves, me había levantado algo tocada de humor. Seguí mi rutina, como cada día. Al llegar al trabajo note un ambiente diferente, algo más tenso. Llame al ascensor, y cuando entre, Jared paro las puertas para poder pasar.

Yo me limite a mostrarle una sonrisa, pero supo al instante que no estaba de humor.

-¿Te encuentras bien?-Acaricio delicadamente una de mis mejillas.

-Sí, solo que… creo que hoy no es mi día.-Dije suspirando.

-Pero si acaba de empezar…-Me cogió una mano besándola.

-Habría preferido que no empezara-Acabe por abrazarme a él y lo mire.

-Bueno, intentare que se pase lo más rápido posible-se acerco a mí y me beso.

Pareció reconfortarme en aquel momento, pero por desgracia se abrieron las puertas y alguien llamo mi atención.

-¡Elizabeth!-El matiz de la voz de Valery había empezado siendo entusiasta, pero en cuanto me vio con Jared, mi nombre acabo siendo pronunciado con furia.

-¡Val! Hablemos en mi despacho…

Pero su furia se hizo visible antes de llegar a abrir mi puerta y estar las dos a solas. Cuando logre estar en mi despacho, intente calmarla.

-… ¡Y no fuiste capaz ni de decírmelo por teléfono!-Termino de gritarme.

-tranquilízate ¿quieres? ¡Te lo quise decir! Pero siempre ocurría algo, me llamaba Alejandro, o me colgabas, o se cortaba... No es que no quisiera Val.

-¡Pero sabias que me gustaba, me dijiste que no le hablara! ¿Para qué? ¿Para hacerlo tu antes que yo? ¡Qué bien te vino que me pusiera enferma!

-¡No, no! Yo no fui quien entablo conversación, ¡fue él!  Además, fue por casualidad, empezó a frecuentar la empresa por acuerdos con Alejandro-Notaba que me ponía cada dos por tres más nerviosa, me temblaban las manos.

Aquello le tuvo que sentar peor, sabía que acababa de restregarle por la cara que me había hablado a mí y no a ella.

-Eres una zorra Elizabeth, no vales nada como amiga. Probaras tu medicina, te lo aseguro.  –Jure que estuvo a punto de escupirme, pero no lo hizo, se marcho con un gran portazo.

Me lleve las manos a la cara intentando calmarme. Al cabo de dos minutos mi móvil empezó a sonar, me extrañe al ver que Caitlín me llamara ahora.

No pude articular palabra ya que la voz de la niña sonó primero.
 
-¡Mamá!-Sollozo.

-¿Cariño que pasa?-Intente tranquilizar mi voz en vano.

No le hizo falta decir mucho más, ya que la voz de mi ex sonó alto y claro. Escuche como insultaba a la niña, y como se apreciaba en su voz la embriaguez que llevaba encima.

-¡Maldita niña!-escuche lo que pareció ser un bofetón-Te juro que el día que se agote mi paciencia…-No acabe de escuchar, cuando Caitlín lloro fuerte,  escuche como se le había caído el teléfono  de las manos.

Escuche otra voz, no de hombre, si no de mujer, que reía al igual que el otro.

-¡¡Caitlín!!-Apreté el móvil tanto que lo escuche crujir-¡¡CAITLÍN!!

La llamada se termino hay, entre el llanto de mi hija, y los gritos de fondo.

Sostuve el teléfono entre ambas manos temblorosas. Antes de que algo me lo impidiera en mi mente, ya supe que tenía que hacer. Me levante, y las piernas me temblaron cuando me maree. Inspire profundamente intentando que se me pasara. Me acerque al escritorio y cogí todas mis cosas torpemente, tire un lapicero al suelo y un montón de hojas. Estaba sumamente frustrada, me costaba mantenerme en pie sin apoyarme en algo, y ni podía respirar como una persona corriente. Cuando cogí la chaqueta del perchero la puerta de mi despacho se abrió.

-¿Que ha pasado?-la voz de Jared resonó entre las paredes.

Yo estaba detrás de la puerta abierta, agarrando mi chaqueta de cualquier forma, hasta que se me llenaron los ojos de lágrimas.

-¿Elizabeth?-pregunto con un tono diferente y algo más preocupado.

No podía hablar sin que me temblara la voz, salí donde me podía ver haciendo que su rostro se descuadrara cuando me miro a los ojos.

-¿Qué ocurre?

-Mi hija...Él, él la ha... Le ha pegado-Dije entrecortadamente sollozando.

-¿Qué? ¿Quien?- me abrazo intentando calmarme.

-Jared, tengo que ir a Alemania... a buscarla...-me agarre a su chaqueta con una mano para estabilizarme un poco más, pero no serbia de nada. El mareo era fuerte, y me estaban dando sudores fríos.

Jared no dijo nada a mi comentario de ir en su busca, aunque suponía que se opondría. 

-¿Te encuentras bien?-me levanto el mentón para mirarme.

Empezaba a cansarme de hablar, y me limite a ladear la cabeza de un lado hacia otro. Tuve que 
cerrar los ojos al ver que todo daba vueltas. No me temblaban las piernas, directamente no las sentía.

 Cuando acabe por desplomarme, Jared mantuvo bastante bien los nervios en su sitio, sin en cambio yo... Acababa de dar un buen numerito en la empresa. No me desmaye del todo, pero mi cuerpo no respondía bajo mis órdenes, solo podía dormir, dejar tranquilo a mi cuerpo. 

















.Madame.B

1 comentario:

  1. Me he quedado un poco bloqueada con la situación del a hija ._. Soy yo y le parto la boca al padre traspasando el teléfono si hace falta ¬¬

    En fin zorrilla mía, leída y comentada jojo
    Voy a ver si actualizo yo ahora xD
    TQQQ!

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Creyeron que podían usarme y tirarme. Intentaron hacerme pequeña. Sufrí muchas humillaciones, pero ahora estoy por encima de todo. Sí, el precio que pagué fue toda mi mida, pero al fin hallé una salida. Y si de lo malo puede salir algo bueno, el pasado descansa en paz. "Marilyn monroe"