lunes, 11 de julio de 2011

13.

Una semana fue lo que estuve dando de lado al tema. A lo que había sucedido, y a lo que empezaba a darme vueltas por la cabeza. Suelo ser muy esquiva con los temas que no me gustan, o que me traen quebraderos de cabeza.  Había normalizado mi rutina, comía y luego cuando él no estaba en esa parte de la casa, me encerraba en mi misma mientras me machacaba en el gimnasio. Me quedaba rendida y luego ya no era persona, por lo que no me daba tiempo a pensar en mucho más.

Me encontraba concentrada mirando por la ventana que dejaba ver el verde edén mientras corría en la cinta, cuando el ruido metálico de las pesas me distrajo,  vi como se quitaba la camiseta y la dejaba sobre otra maquina mientras me daba la espalda.

-Tranquila, no pretendo molestar.-Dijo mientras se sentaba en la tabla de las pesas.

-No lo haces-Mire hacia el frente volviendo la vista al jardín.

-Ha cambiado tu ritmo cardiaco y tu velocidad-Se hecho y agarro la barra descolgándola de su encaje sin esfuerzo alguno.

-Me has distraído y punto-Volví a tener el paso correcto y me olvide del tema.

Cuando ya no pude mas, mi respiración era tan acelerada que tuve que apoyarme en mis rodillas para restablecerla. Me temblaban las rodillas.

-¿Estas bien?-Dijo incorporándose tras dejar la pesa en su sitio.

No logre ha articular palabra, pero si que ha asentir entre jadeos ahogados por intentar tragar saliva.

-Bebe un poco de agua-Se acerco y me tendió una botella-No entiendo porque te ha dado ahora por machacarte tanto…

Su mano se poso sobre mi frente y la aparte de un manotazo.

-Solo intento mejorar mis condiciones para ir en busca de Eli- Solté.

Entonces el hecho su cabeza hacia atrás y dejo escapar una sonora carcajada.

-Muy bien, vas por buen camino provocándote taquicardias-agarro la botella de agua cuando acabe con ella.

-Te lo estoy diciendo muy en serio Gabriel-Pocas veces me había dirigido a el con su propio nombre.

-Ella también es un resucitado-Dijo muy serio.

-Me da igual-Conseguí incorporarme mientras que el corazón me latía sin freno y con la respiración acelerada.

-¿Te crees muy fuerte verdad?-su tono de voz habia sido elevado.

-No, me creo capaz de hacerlo y punto.- Entrecerre los ojos y luego me gire para irme.

No me costo mucho caminar, tampoco es que me hubieran dado una paliza, no tardo en agarrarme del brazo y zarandearme bruscamente.

-Tus reflejos son pésimos, y no puedes luchar contra alguien como yo.

Al girarme para mirarlo note como su mano  se aferraba a mi con mas fuerza obligandome a quejarme. Suponía que aquello era un pequeño entrenamiento frente a un no muerto, por lo que tuve que pelearme con él.  Entre movimientos bruscos, caidas, empujones, golpes, acabamos ambos casi en la otra punta de la casa. Había estado a poco de tirarlo por las escaleras, aunque no le costo recuperar el equilibrio y bajarlas esperándome con una sonrisa burlona. Corrí en bajar y avalanzarme contra el.

-¿¡No ves que no puedes matarme!?-En ese momento se desizo de mis brazos y me tiro hacia un lado.

Acabe contra una mesa de cristal y madera que decoraba el frontal de un sofa y dos butacones, el sonido del cristal fue espantoso, se me clavaron varios trozos en la espalda que esperaba no fuesen demasiado grandes ni profundos junto con alguna astilla en el hombro y las manos. Acabe tendida boca abajo en el suelo jadeando de dolor, por poco no me mata el idiota.

-¡Mierda!, ¡Mayra!-Se acerco insofacto volviéndome quedando tendida boca arriba esta vez.- Dime algo.-Me retiro varios mechones de pelo que tenia en la cara.


Aproveche pues, para encoger las piernas y darle un buen puntapié en el centro del pecho haciéndolo caer varios metros lejos de mi y acabar sentado n el suelo recostado contra el marco de una puerta. Al levantarme busque algo con lo que seguir defendiéndome, y al haber roto aquella mesa, me quedo a mano un listón de madera acabado en punta, cuando lo tuve en mi poder, me acerque a el enseñándoselo.

-¿Si te lo clavo, mueres?-Pregunte cubierta de sudor, me escocían las múltiples heridas a causa de este.

-Eso es otro punto, es muy difícil clavarlas-Se incorporo sacudiéndose los pantalones.-Serias incapaz. Y si, consiguen matarnos a largo plazo si la dejas el suficiente tiempo.

Arquee una ceja ¿Incapaz, yo? Eso también tendría que demostrárselo. Camine hasta él pero el timbre de la puerta le salvo. Lo vi caminar hasta la entrada y abrir la puerta. Era Anne. Antes de que ella me viera a mi, se abalanzó contra Gabriel dándole un largo beso que me hizo abrir los ojos como platos. Me di la vuelta para no ver mas, no quería. Solté la madera de entre mis manos ya que la estaba apretando con fuerza y furia. ¿Furia? No había razón alguna para ello, no que yo creyese todavía... Tenia un nudo en la garganta que me impedía respirar, tragué saliva e intente calmarme. ¿Qué significaba aquello?

1 comentario:

Creyeron que podían usarme y tirarme. Intentaron hacerme pequeña. Sufrí muchas humillaciones, pero ahora estoy por encima de todo. Sí, el precio que pagué fue toda mi mida, pero al fin hallé una salida. Y si de lo malo puede salir algo bueno, el pasado descansa en paz. "Marilyn monroe"