El sonido de un piano en directo, de unos dedos contra el fino marfil de un teclado sucio, pequeñas partículas de polvo alzándose lentamente ante el movimiento de unas cuerdas, una madera vieja que aun resiste el eco sonoro de unas notas, unas paredes que encierran el sonido, unos muebles que crujen, un pequeño rayo de luz de luna que cruza las cortinas a la vez que una brisa fría las mueve…
Y un cuerpo que aun mantiene las fuerzas para tocar lo que su alma grita.
Si bien el tiempo enseña algo, ahora está olvidado, las paredes tiemblan, mientras que cada nota es más fuerte, los libros caen de sus estanterías quedando abiertos por páginas que revelan algún secreto. Todo pasa lento, excepto el tiempo, el sol se ha escondido tan rápido que apenas he visto a la noche llegar presentando ya a las estrellas.
Cauteloso cual gato buscando una presa, la música cruza fronteras, aullando dolor y amargamente perdón. Si bien nunca más vuelvo a llorar, no será por este lugar. Mi cabeza dejara de razonar, y mis actos ya no contaran. Aire, abandona mis pulmones, lagrimas abandonar mis ojos…, Vida, desintégrate, muestra la belleza que deja a su paso la muerte una vez más, y corroe un cuerpo corrupto.
M.B~
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